Psicoterapia de adultos y adolescentes

Psicoterapia de adultos

La psicoterapia es un tipo de tratamiento basado en un proceso de comunicación y relación entre dos personas (psicoterapeuta y paciente) con el fin de promover el bienestar bio-psico-socio-ambiental de este último.

Título de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica por el Ministerio de Sanidad. Certificado como psicoterapeuta por la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos. RPS nº: 87/23

Psicoterapia basada en el apego

La psicoterapia de adultos la fundamento en la psicología del vínculo de apego que otorga vital importancia a las primeras relaciones con los cuidadores, pues estas nos proporcionan, si son adecuadas, el fundamento seguro para estar en el mundo.

Es por ello por lo que un pilar fundamental de la psicoterapia lo constituye la relación con el profesional psicólogo-psicoterapeuta: la primera misión de este es la de dar confianza y seguridad a su paciente con el fin de que se sienta comprendido y aceptado. La promoción y el mantenimiento de un vínculo terapéutico seguro (apego terapéutico) a lo largo de toda la psicoterapia es la base sobre la que descansan todas las intervenciones posteriores.

Aunque se atiende la demanda del paciente y se trabaja para ayudarle a afrontar y manejar sus problemas, dificultades o trastornos, la visión que de este se tiene no solo es patográfica (evaluar patologías o problemas) sino también biográfica (se evalúa a la persona: sus relaciones, sus experiencias de vida y su contexto actual). Además, se valoran las fortalezas del paciente y su capacidad para funcionar y adaptarse positivamente pese a los problemas, traumas o circunstancias vitales adversas. Esto es, la psicoterapia promueve lo que se denomina la resiliencia de la persona.

Las técnicas de tratamiento que se utilizan se adaptan a las necesidades, el momento y contexto vital de cada persona y el tipo de trastorno. Estoy especializado en técnicas cognitivas, conductuales, caja de arena, abordaje EMDR y de traumaterapia sistémica de Barudy y Dantagnan.

Etapas de la psicoterapia

1

Evaluación
global

La primera etapa consiste en realizar una evaluación global de la persona que dura aproximadamente entre 2 y 7 sesiones. Utilizamos técnicas de evaluación como entrevistas, cuestionarios, tests y registros de conducta.
2

Resultados
obtenidos

Tras las sesiones de evaluación, se realiza una entrevista devolución de los resultados obtenidos y se conviene con el paciente unos objetivos y metas terapéuticas sobre las que trabajar.
3

Las sesiones
de psicoterapia

Las sesiones de psicoterapia son más frecuentes al principio para en la medida que se produce la mejoría del paciente, espaciar las sesiones hasta pasar a la fase de seguimiento.

Psicoterapia infantil y adolescente

La psicología del vínculo de apego, el desarrollo del niño y su evolución normal o patológica y la resiliencia son los pilares más importantes en los que me baso en mi trabajo con los niños y adolescentes.

Título de Psicólogo Especialista en Psicología Clínica por el Ministerio de Sanidad. Certificado como psicoterapeuta por la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos. RPS nº: 87/23

Especialmente le otorgo una gran relevancia a la relación padres (cuidadores)-niño, y a evaluar la calidad del vínculo, pues de esta experiencia de apego se obtiene la base segura para el conocimiento y expresión de las emociones, para un óptimo desarrollo global y para adquirir las herramientas que favorecen una socialización positiva.

Al igual que en la psicoterapia con adultos, el establecimiento y mantenimiento de un apego terapéutico con el niño o adolescente es fundamental para poder lograr transmitir confianza, seguridad, empatía y así abrirse a la comunicación y expresión.

Del mismo modo, la promoción de la resiliencia, de las fortalezas del niño o adolescente, la potenciación de la capacidad de mantenerse suficientemente equilibrado pese a las dificultades o problemas, es una de las metas de la psicoterapia. Ahora bien: un niño o adolescente, para que pueda ser resiliente, debe de contar al menos con un adulto que le acompañe, sea fuente de seguridad, le proporcione afecto y límites y satisfaga sus necesidades.

La evaluación de la persona del niño o adolescente incluye también la valoración de la relación padres (cuidadores)-menor. Además, se procura recoger información del ambiente social de éste. Los instrumentos de evaluación que se utilizan son las entrevistas (con el menor, con los padres), la observación, los tests, los cuestionarios, los registros de conductas…

De igual manera que con los adultos, tras unas sesiones de evaluación, se acuerdan con el menor unas metas y objetivos terapéuticos a trabajar con él en las sesiones. Estas metas se comparten con los responsables del niño o adolescente.

Puede haber objetivos y metas que requieran el trabajo conjunto con el niño o adolescente y los padres (cuidadores) E incluso es posible que las sesiones de trabajo se planteen exclusivamente con los padres o cuidadores sin que sea necesario tratar al niño.

En cualquier caso, en el trabajo con menores, la participación y colaboración de los padres o cuidadores es fundamental.

Las técnicas de tratamiento que utilizo son conductuales, cognitivas, gestálticas, juego, sandplay (juego con el cajón de arena) y arte terapia.

Como con los adultos, tras unas sesiones de evaluación (entre 2 y 7), se realiza una entrevista de devolución de la información y del diagnóstico tanto para el menor como para los padres-cuidadores. Se propone un plan de tratamiento psicoterapéutico que contempla sesiones semanales de una hora de duración (las sesiones se combinan con otras a solas con los padres y también sesiones padres-cuidadores con el menor) Cuando los objetivos se alcanzan y se obtiene la mejoría generalizada, entonces el contacto se va espaciando hasta el cierre final del tratamiento.

Para que una psicoterapia infantil y adolescente sea eficaz, los padres/cuidadores deben de colaborar en todo momento con el psicólogo-psicoterapeuta. Del mismo modo, para que una psicoterapia resulte eficaz y positiva, el niño o adolescente deben de contar al menos con una persona que sea su referente y que satisfaga sus necesidades integrales. Si no se dan estas condiciones y el niño o adolescente no está protegido, una psicoterapia puede estar contraindicada.